Museo etnológico de Morata de Tajuña

El Museo Etnológico y de la Batalla del Jarama, se encuentra en unos de los edificios perteneciente al restaurante El Cid, cuyas instalaciones se encuentran en la Calle Carmen, 35 de Morata de Tajuña.

El mesón "El Cid",  a parte de ofrecernos sugerentes y diversos menús, nos permite la posibilidad de visitar de forma gratuita el Museo Etnológico, en la que se nos muestra en un recorrido por diversas salas, varios objetos de labranza, y mediante la reproducción de distintas estancias de una casa nos transporta a una época de la historia entre los siglos XVIII y XX, ofreciéndonos la posibilidad de imaginarnos como era la vida de los morateños en esa época.

Antes de entrar en el museo nos encontramos con una colección de carros de la época.

Vía Verde del Tajuña

A pesar de que el pasado sábado 25 de abril amaneció con unos nubarrones que presagiaban lluvias, realizamos la ruta por la vía verde del Tajuña, convirtiéndose en un clásico de primavera. Una ruta de 65 km de una dificultad baja, con punto de partida en el helipuerto de Morata de Tajuña, llegando a Ambite y de vuelta al helipuerto. Al final, la amenaza de lluvia se quedó en eso amenaza, y pudimos disfrutar de la ruta sin mojarnos a pesar de las rachas de viento que tuvimos que soportar al regreso de Ambite.

Exposición en la Casa de Vacas

Aprovechando el día soleado que hizo el Jueves Santo, fuí a pasear por el Retiro acompañado por la familia y unos amigos. Visitamos el Palacio de Cristal y anduvimos a lo largo del estanque. Nos acercamos a la Casa de Vacas, donde expone un artista que para nosotros es totalmente desconocido.

Se trata de la exposición "GraffitiPop" del artista valenciano afincado en Madrid, Antonio de Felipe. Se expone desde el día 1 de abril hasta el 28 del mismo mes.

Con esta exposición Antonio de Felipe celebra sus 50 años y el 25 aniversario de su primera exposición.

De las Dehesas a la Pradera de Majalasna

Comenzaré el relato de esta ruta, confesando que hacia mucho pero que mucho tiempo, que no disfrutaba tanto de una ruta como de ésta. Una ruta que para mí particularmente, a parte de disfrutar de la naturaleza, de servirme para evadirme de los problemas cotidianos, como otra cualquier ruta, ha tenido el aliciente de caminar entre pinares, cruzar arroyos, trepar por la zona un poco más montañosa y además adentrarme en la historia de este lugar. Historia que comienza por pisar un tramo de la Calzada Romana, para continuar por la Carretera de la República, hasta llegar al Mirador de los Poetas.